El dudoso mérito de tener el mayor porcentaje de
ciudadanos con sobrepeso se disputa entre México y los Estados Unidos.
Las últimas cifras aparecidas en los medios mostraban
que México superaba a su vecino del Norte de acuerdo con datos de 2008, pero
encuestas mas recientes vuelven a situarlo en segundo lugar.
Sea como sea, y aunque los porcentajes varían poco, su
significado es preocupante: la proporción de personas con exceso de peso no
deja de crecer.
El polvorín mediático estalló por el último informe de
la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura),
que concluye empleando datos de hace cinco años, que el 31.8% de
estadounidenses tiene un índice de masa corporal superior a 30 frente al 32.8%
de los mexicanos.
(Un índice de masa corporal mayor a 30 equivale a
obesidad de acuerda a la Organización Mundial de la Salud OMS)
Las cifras variaron en las encuestas recientes: en 2010,
EU registró un 37.5% de personas con obesidad y en 2012, México volvió a quedar
en segundo lugar, con 32.7%.
La OMS aseguró en su último informe que la obesidad es
la epidemia del siglo XXI.
En 2030 puede
haber en América Latina 191 millones de obesos, según las últimas proyecciones
del Banco Mundial, lo que supone un incremento del 300% con respecto a 2005.
Según el documento, el problema afecta también a otras
zonas geográficas en desarrollo, ya que la mitad de los obesos del mundo del mundo se
encuentran en nueve países:
China, Estados unidos, Alemania, India, Rusia, Brasil,
México, Indonesia y Turquía.
La obesidad, afección relacionada con la diabetes tipo
II, enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer, supone un costo
anual de más de 150,000 millones de dólares, según el centro de prevención y
control de enfermedades estadounidenses.
Las estimaciones prevén que este presupuesto aumentará
a los 550 mil millones de dólares en 20 años, según concluyó un estudio elaborado
por la Universidad de Duke de Carolina del Norte.
En México, el costo ronda los 5 mil millones de
dólares, de acuerdo a cifras como las de la Fundación Mídete,
que estima que para el 2017 el costo puede duplicarse.
En los últimos seis años, la diabetes se multiplicó
por dos hasta alcanzar los 13 millones de afectados en México.
En EU, este problema de salud ha sido recientemente
reconocido por la Asociación Americana de Médicos como enfermedad, un paso que
ahora obliga a los médicos a comprometerse más con esta afección y a las
aseguradoras a cubrir su tratamiento.
Desde el Centro de Control y Prevención de Enfermedades
(CDC, en sus siglas en inglés), se han elaborado varias campañas para promover
la actividad física desde la infancia, eliminar alimentos híper calóricos de las escuelas e implicar a los seguros sanitarios privados en el
tratamiento de la enfermedad entre otros.
México se aprecia de un acuerdo Nacional para la Salud Alimentaria al animar
a los restaurantes a retirar los saleros.
Los capitalinos consumen aproximadamente 11 gramos diarios de sal,
más de doble que los cinco recomendados por la Organización Mundial
de la Salud.
Coca Cola ha tenido un papel relevante en los debates
sobre el sobrepeso de ambos países.
Organizaciones civiles aseguran que la compañía de
refrescos ha emprendido, simplemente, una campaña de lavado de cara.
En EU, este año anunciaba su compromiso con la lucha
contra la enfermedad a través de dos anuncios, cuatro meses después de que las
autoridades sanitarias de Nueva York dieran luz verde a la prohibición de los
refrescos azucarados y de que Cambridge (Massachusetts) adoptara una medida
similar.
En la actualidad Coca Cola informa de las calorías en
sus recipientes y en las máquinas expendedoras de su producto.
En México, una
asociación de consumidores ha denunciado la campaña publicitaria 149 calorías por engañar a la población, que se
ha tenido que retirar del aire.
“Las calorías vacías, en especial las provenientes del
azúcar y la fructuosa, contenidas en el
refresco, incrementa el riesgo de daño metabólico”, critica la revista “El
poder del consumidor”.
Además la información calórica de la publicidad “toma
como medidas un envase de 355 mililitros, muy poco consumido en nuestro país”
frente al de 600 mililitros.
Una iniciativa de ley presentada en el senado
mexicano buscó en el 2012 gravar con 20
% de impuesto a las bebidas gaseosas, pero se topó con el argumento de que la
tasa impediría a millones de familias con mínimos ingresos acceder a uno de los
pocos productos que pueden permitirse, un argumento que resulta por demás inverosímil.
En zonas rurales a veces es complicado conseguir agua potable, pero los refrescos azucarados
se venden en cualquier tienda, al igual que los productos de Bimbo, sopas
Maruchan y los productos Sabritas
Los restaurantes McDonald´s y las cafeterías Starbucks en los Estados
Unidos entre otras cadenas de comida
rápida, ya incluyen la información calórica
en sus menús tras un aviso por parte del Tribunal Supremo.
La cadena de hamburguesas también ha anunciado que
detallará el aporte energético de sus establecimientos de México y ha incluido alimentos más sanos
en su menú.
En el libro “La obesidad en México”, académicos
sugieren:
- Subsidiar la producción y el consumo de frutas y verduras para hacerlos más accesibles.
- Asegurar la dotación de agua potable en las escuelas.
- Regular la mercadotecnia y publicidad de alimentos dirigidas a menores.
- Desarrollar un programa de salud alimentaria.
A lo que AARAEG (Asociación de Acondicionamiento
Rítmico Aeróbico del Estado de Guanajuato A.C.) propone incluir:
- Educar a la población en riesgo sobre temas de nutrición, salud y acondicionamiento físico.
- Promover la activación física en grupos vulnerables (niños y adolescentes).
AARAEG hace su parte capacitando instructores, dando
pláticas en escuelas y universidades sobre activación física y nutrición,
promoviendo actividades aeróbicas en gimnasios y clubes y efectuando actividades
gratuitas o a bajo costo en instalaciones públicas donde las autoridades nos
apoyan, porque en algunos casos como en Irapuato; las autoridades municipales
en lugar de darnos apoyo, el departamento de Fiscalización pretendía cobrarnos $2000.00
por una clase de dos horas en la Ciudad Deportiva Norte y por ello, preferimos
pagar los gastos de instructores invitados y sonido de nuestra bolsa, muy distinto
a las autoridades de San Francisco del Rincón, Gto que prestan sus instalaciones y absorben los
gastos con tal de promover el deporte en su población.
Nosotros hacemos nuestra parte en lo posible ¿qué
haces tú?
Deja tu comentario, nos agradaría leer tu opinión al
respecto.
Referencia:
García C. y R. Seco “Competencia de Peso” Periódico A.M. Sección B p. 10,
21 de Julio del 2013